miércoles, 28 de abril de 2010

Por esto recuerda, si la gente sigue chocando contigo, eres una pared demasiado sólida. CONVIÉRTETE EN UNA PUERTA, VACÍATE, DÉJALOS PASAR.

SI UN HOMBRE ESTÁ CRUZANDO UN RÍO
Y UN BOTE VACÍO COLISIONA CON EL SUYO
INCLUSO AUNQUE SEA UN HOMBRE DE MAL GENIO,
NO SE ENCOLERIZARÁ MUCHO.
PERO SI VE A UN HOMBRE EN EL OTRO BOTE,
LE GRITARÁ PARA EVITAR EL CHOQUE.
Y SI ÉSTE DESOYE SUS ADVERTENCIAS, VOCIFERARÁ
UNA Y OTRA VEZ, Y EMPEZARÁ A MALDECIR.
Y TODO PORQUE HAY ALGUIEN EN ESE BOTE.
ASÍ PUES, SI EL BOTE ESTUVIERA VACÍO,
NO HUBIERA GRITADO, NI SE HUBIESE ENCOLERIZADO.

SI LA GENTE SIGUE CHOCANDO CONTIGO Y SI LA GENTE SIGUE ENFADÁNDOSECONTIGO, RECUERDA, ELLOS NO TIENEN LA CULPA. TU BOTE NO ESTÁ VACÍO. ELLOS SE ENFADAN PORQUE TÚ ESTÁS AHÍ. SI EL BOTE ESTUBIERA VACÍO APARECERÍAN COMO TONTOS, SI ELLOS SE ENFADARAN SERÍA UNA TONTERÍA.

Aquellos que son íntimos míos a veces se enfadan conmigo y parecen tan tontos. Si el bote está vacío puedes incluso disfrutar con la ira de los demás, porque no hay nadie con quién enojarse, ellos no te han mirado. Por esto recuerda, si la gente sigue chocando contigo, eres una pared demasiado sólida. CONVIÉRTETE EN UNA PUERTA, VACÍATE, DÉJALOS PASAR.

E INCLUSO ENTONCES A VECES LA GENTE SE ENFADARÁ; SE ENOJAN INCLUSO CON UN BUDA. PORQUE HAY TONTOS QUE, SI SU BOTE COLISIONA CON OTRO BOTE VACÍO, NO MIRAN SI HAY ALGUIEN EN ÉL O NO. EMPIEZAN A GRITAR; ESTÁN TAN LIADOS CONSIGO MISMOS QUE NO PUEDEN VER SI HAY ALGUIEN EN ÉL O NO.

PERO INCLUSO ENTONCES EL BOTE VACÍO PUEDE DISFRUTARLO PORQUE LA IRA NUNCA TE GOLPEA; TÚ NO ESTÁS ALLÍ, Y ASÍ A ¿QUIÉN PUEDE HERIR? ESTE SÍMBOLO DEL BOTE VACÍO ES REALMENTE BELLO. La gente se encoleriza porque estás demasiado presente, porque tienes demasiada substancia, eres tan sólido que ellos no pueden pasar. Y la vida está interrelacionada con todo. Si tú eres en demasía, por todo habrá choques, ira, depresión, agresión, violencia. El conflicto continúa.

Cuando sientes que alguien está irritado o que ha chocado contigo, tú siempre crees que él es el responsable. Así es como la ignorancia deduce, interpreta. LA IGNORANCIA SIEMPRE AFIRMA, "EL OTRO ES EL RESPONSABLE". LA SABIDURÍA SIEMPRE DICE, "SI AL GUIEN ES EL RESPONSABLE, ENTONCES SOY YO, Y EL ÚNICO MODO DE NO CHOCAR ES NO SER".
"Yo soy responsable", no significa, "Yo estoy haciendo algo, esto es por lo que ellos están enfadados". Esa no es la cuestión.

Puede que no estás haciendo nada, sino que tu sola presencia sea suficiente para que la gente se enoje. La cuestión no es si estás haciendo algo bueno o malo. La cuestión es que tú estás ahí.
El mensaje de Lao Tse o Chuang Tse es muy puro; es absolutamente puro, nada lo ha contaminado. Y este es el mensaje: TODO OCURRE PORQUE HAY ALGUIEN EN EL BOTE. TODO ESTE INFIERNO ES PORQUE ALGUIEN ESTA EN EL BOTE.

VACÍA TU BOTE, VE ARROJANDO AFUERA TODO LO QUE ENCUENTRES EN ÉL HASTA QUE TODO HAYA SIDO ARROJADO Y NO QUEDE NADA, INCLUSO TÚ HAYAS SIDO ARROJADO, no quede nada, tu ser se haya convertido en un vacío.

LO PRIMERO Y LO ÚLTIMO ES ESTAR VACÍO: UNA VEZ ESTÁS VACÍO PUEDES SER ILUMINADO. El Todo descenderá sobre ti cuando estás vacío -sólo el vacío puede recibir el Todo, cualquier cosa que no sea eso no funcionará, porque para recibir el Todo tienes que estar vacío, vacío sin límites.

El vacío va a ser el camino, la meta, el Todo. Desde mañana por la mañana prueba de vaciarte de todo lo que puedas encontrar dentro de ti: tu sufrimiento, tu ira, tu ego, envidias, padeceres, de tu dolor, tus placeres
-todo lo que encuentres tíralo. Sin distinciones, sin elegir, vacíate. Y en el momento en que estás completamente vacío, de repente verás que tú eres el Todo, la totalidad. A través de la vacuidad, la totalidad es alcanzada.

LA MEDITACIÓN NO ES MÁS QUE EL PROCESO DEL VACIADO, EL LLEGAR A SER UNA NADA
OSHO

¡Una emoción es como una corriente de aire! Puedes ponerte a salvo, Alejarte, Abandonarla, dejarla plantada, allí sola... También, !Puedes Quererla!

La rosa y el libro son los iconos del dia de "Sant Jordi" en Cataluña

Acabo de regresar de Barcelona, del día de Sant Jordi, la fiesta en la que todos se regalan una rosa y un libro. Allí compré dos enormes rosas de peluche en un puesto callejero para mis dos pequeñas. Las rosas parecían sacadas de una escena de Alicia en el país de la Maravillas. Las arrastré con determinación, alzándolas por encima del mar de cabezas mientras labraba mi camino entre la muchedumbre tras mi editora, camino de las casetas. “¿Por qué compras rosas de peluche?” me recriminaron a gritos algunos de los vendedores de rosas frescas. Es fácil: me encantan las flores, pero no me gusta verlas morir. Y hubiesen muerto mis dos rosas en el último AVE de regreso a medianoche, de no haber sido tan clamorosamente falsas…

Este año he podido saludar y conversar con muchos escritores. Me ha llamado la atención que aunque compartamos un mismo medio de expresión, somos infinitamente diferentes unos de otros. He hablado con escritores cómicos, con economistas pesimistas, con ensayistas sesudos, con novelistas históricos… todos plasmamos un sueño, una rebeldía o un temor particular en un libro. Nos reflejamos allí, dejamos nuestra esencia, lo que nos importa de verdad.

Lo lógico sería por tanto que un libro se parezca a su autor.
Lo comprobé en uno de estos encuentros fortuitos durante la maratón de firmas. Me tocó sentarme al lado de un joven escritor extranjero que ha vendido, literalmente, millones de ejemplares de su última novela. No he leído la novela, pero me han dicho que es un canto magnífico a la soledad y la desesperanza. Y el autor tenía de hecho la mirada tan triste, que me afané, como una mamá bien intencionada pero ineficaz, en alegrarle durante el tiempo breve en el que coincidimos. Intento que la falta de tiempo no me impida hacer las cosas importantes, así que nada más saludarle y mirarle a los ojos le pregunté sin rodeos:

¿Por qué estás tan triste? Intuía que era un ser vulnerable y tierno, y efectivamente se le llenaron de golpe los ojos de lágrimas.
Vaya, ¿es por un desamor?- pregunté como si fuese, no ya su madre, sino su mismísima abuela. Tardó unos segundos en contestarme.
…Ah, me dijo lentamente, como recordando, …Si, hace 10 años tuve un desamor y dolió mucho. Ahora ya duele poco.
Podría resultar incómodo hablar de algo íntimo con alguien a quien no conoces y con quien apenas compartes un idioma. Pero eso no nos desanimó. Durante una hora, el escritor y yo gesticulamos, entre firma y firma, comunicándonos por señas y con retazos de idiomas variopintos por encima del ruido y del ajetreo típico de una feria.
Entonces, si no es por desamor, ¿por qué sigues con esa tristeza?- insistí. Él sacudió la cabeza.
No lo sé. Es algo que arrastro siempre, me dijo. No sé bien por qué.
Tengo un lado muy práctico, lo reconozco, y ese chico lo exacerbó de lleno. ¡Me da rabia que la gente esté triste sin un motivo! La vida es un paseo tan corto…
¿Has intentado librarte de la tristeza?- le pregunté.
Me miró con sorpresa. ¿Librarme?- repitió, como si la idea ni se lo hubiese ocurrido.
Si no hay una razón de peso, sólo es una emoción la que te está perjudicando.
¡Una emoción es como una corriente de aire!
Puedes ponerte a salvo. Puedes alejarte.
Puedes abandonarla, dejarla plantada, allí sola, hasta que se muera de inanición. O puedes disolverla con otra emoción del signo contrario

¿Has tomado distancia de la tristeza?
¿Has buscado otras emociones con las que llenar tu mente, tu cuerpo?
¿Has meditado, has viajado por el mundo, te has enamorado, has bailado, has cantado o has hecho algo que te alivie?
¿Lo que sea?
¿Nada te alivia?
Y aquí puse cara de incredulidad absoluta y agité las manos lo más expresivamente posible, (si no fuese yo tan flaca, hubiese parecido una verdadera “mamma” italiana.)
Pero de nada sirvieron mis sugerencias.
Él volvió a sacudir la cabeza con pesadumbre infinita.
Nada, nada aliviaba a mi joven, inteligente y exitoso camarada de firmas.
Era como si en sus ojos verdes y soñadores se hubiese congelado para siempre la parte oscura de la vida, como si le hiriese una y otra vez la apatía, el cinismo, la agresividad o la desesperanza que le rodeaban- que nos rodean, inevitablemente, a todos.
No cabían en sus ojos el destello de esperanza, la capacidad de sobrevolar la tristeza. No conocía la alegría de quien vislumbra la belleza a ráfagas de la vida, por efímera o frágil que resulte.
Tal vez haya que ser algo frívolo, o muy visionario, o simplemente menos joven, para escapar de las garras de la tristeza documentada, lógica y persistente. Para haber aprendido a darle la espalda, deliberadamente.
Como las emociones son contagiosas, lo reconozco: él me contagió algo de su serena y sólida tristeza. Tal vez por eso, y porque me abruman los lugares muy concurridos, aquél me pareció un día nublado, por dentro y por fuera.

.../... espero que yo lograse dejarles a ellos, y tal vez también a mi joven y triste colega escritor, un soplo de mi incombustible esperanza. Elsa Punset

Escrito sacado de:
http://www.inteligenciaemocionalysocial.com/393/uncategorized/un-sant-jordi-nublado

Muchas gracias por tu escrito Elsa...

Comentario personal y reflexión, sobretodo, para ti que lees esto...

Con el acertado comentario de que !una emoción es como una corriente de aire! Y Puedes ponerte a salvo. Puedes alejarte. Puedes abandonarla, etc.,... ¿Porque te contagias con su tristeza y te quedas con el día nublado?

Creo que lo más importante de esta pregunta u observación es tener conciencia de tu estado de ánimo... A mi modo de ver, tú tenías el día nublado y como espejo te reflejaste en él... el universo es muy sabio "Dice el refrán: Dios los cría y ellos se juntan"... otros creen que es la "causalidad".

ES VERDAD QUE PUEDES ESCOJER!!!!... La puedes cambiar!!!! pero, para cambiar algo en ti, tienes que quererlo y sobretodo "Actuar" para realizarlo. En este caso tu decidiste quedarte con el día nublado y, está bien porque fué tu decisión.
Personalmente, cambiaría mi emoción y me quedaría con lo bonito que he compartido, atrapando todo el amor y la ilusión que se percibe al pasear por las calles de Barcelona...

"Si un día tienes que elegir entre el mundo y el amor... Recuerda: Si eliges el mundo quedarás sin amor, pero si eliges el amor, con él conquistarás al mundo" (de ALBERT EINTEIN)

La Rosa y el libro lo que transmiten en este día es: "Mucho Amor"

Para ti, con mucho cariño, te regalo mis emociones de este "Sant Jordi 2010":
Catalán. Barcelona. ¡Sant Jordi!. Día especial… « LA DIADA »
Conciencia. Emoción. Respeto. Cambios.
Acción. Esfuerzo, constancia... Resultados
Perfumes. Romanticismo. Confianza. Libertad. Felicidad.
Rosas Rojas, Amarillas… las más hermosas.
Pincho, ¡uy!, dolor.
Libro. Amistad. Ilusión. Risas. Amor.

También "Me da coraje que la gente esté triste" La vida es un paseo muy corto... Con el Respeto de que cada uno decide lo que quiere. "Amigo", seas de la tierra que seas, únete a este sentimiento de amor! Cambia, si quieres cambiar, porque tú puedes!

Suceda lo que suceda, en cualquier situación, se que !PUEDO AFRONTARLO!... pero, esto sí, tengo que actuar y conscientemente cambiar algo en mi con el tiempo que yo decida.

!Cambia lo que quieras cambiar!... ¿Cuanto tiempo vas a esperar?... Tu lo decides!

"la felicidad es la decisión de cada uno" - Chica Genial -

martes, 6 de abril de 2010

La vida es como ir en Bicicleta: Si te paras, te caes.

Moisés Broggi
CIRUJANO CENTENARIO E INNOVADOR. PROMOTOR DE LA BIOÉTICA.

Fue un cirujano avanzado a su época, operó a heridos en el frente militar y conoció el vacío profesional que sufrieron los que no ganaron la guerra. La vida de Moisès Broggi (Barcelona, 1908) ha sido intensa, pero él se ha ocupado de enmarcarla siempre en una actitud humilde, culta, generosa y de fácil acceso. Así sigue siendo. Se muestra en paz, relajadamente feliz y tranquilo.
–Desde que pasó de los 100 años no paran de hacerle homenajes.
–Bueno, estoy acabando la vida y me hace ilusión que se piense en mí.
–¿En qué nota el paso de los años?
–Con la edad, la mente me ha ido creciendo y el cuerpo menguando. Cada vez tengo más memorias acumuladas, pero el cuerpo se defiende peor. Va disminuyendo la fuerza muscular, la vista, el oído… al final no quedará nada de mí. Estoy seguro de que ahora un resfriado me tumba, pero mi tejido nervioso y mi cerebro van mejorando, por la interrelación que hago de las cosas pasadas.
–¿Así se conserva el cerebro?
–Se conserva pensando. Sin parar. A mí me interesan las cosas. Estoy convencido de que si me sentara en una silla sin hacer nada interesante, me quedaría allí para siempre. La vida es como ir en bicicleta: si te paras, te caes. Si no leyera y escribiera a diario, si no tuviera ilusión y pensara en hacer esto y lo otro, me apagaría. La ilusión se regenera con el esfuerzo.
–Tiene un siglo entero en su mente.
–Un siglo. Muchos cambios. Cumpliré 102 años en abril. A principios del siglo XX, el mundo tenía 1.000 millones de habitantes; ahora somos 6.000 millones. Hay más gente y la desigualdad cada vez es mayor. Los lugares con más población son los que tienen más miseria. Eso crea violencia. Recuerdo todo esto cada día.
–¿Tiene un método para recordar?
–Evocando. Pienso en una cosa del pasado que tengo guardada, y me vuelven los recuerdos relacionados. Por asociación. Un hecho arrastra a otro. Y muchas cosas se repiten.
–Se repiten.
–Sí. La humanidad no se arregla. Sigue haciendo lo mismo de siempre: los poderosos dominan a los que no lo son. Y los explotan. El egoísmo gana al altruismo, y es la fuente de todos los problemas. Es fatal.
–¿Qué actitud es imprescindible para vivir en paz con uno mismo?
–Respetar a los demás. Yo he vivido momentos felices y momentos desgraciados. Quien vive de diversión en diversión se equivoca. Hemos de pasar desgracias para poder entender las de los demás. Si no, no puedes tener compasión ni ponerte en el lugar de quien sufre. Hay un dicho egipcio antiguo que dice que las penas son la mejor preparación para la muerte. Y hay que estar preparado.
–¿Se considera preparado?
–Sí. Es lo que ahora me toca. La muerte es un misterio, igual que la vida. Soy consciente de que tengo más de 100 años, pero eso no es nada. La vida es cortísima. Incluso las cosas que más te ilusionan, la riqueza y el poder, acaban enseguida. Al final, solo te queda lo que eres.
–Usted es médico.
–Cirujano general. Acabé la carrera a los 23 años. A los 28 fui uno de los fundadores del servicio de urgencias del Hospital Clínic y cuando vinieron las Brigadas Internacionales trabajé con ellos. Me fue muy bien, porque vi las desgracias de la guerra. Gente joven que moría. Trabajé en Francia y en Gran Bretaña, aprendí técnicas nuevas. Tuve suerte.
–Eso le supuso el veto para ejercer en la Seguridad Social española.
–Sí, porque había que certificar que era adicto al glorioso Movimiento, y no podía. Tenía muy buen expediente.
–Y entonces fue el médico personal de muchas familias catalanas: los Trias, los Maragall, los Pujol…
–Sí. Al acabar la guerra, como yo era de los que habían perdido, me echaron de los hospitales y de las universidades. Esas familias, en cambio, confiaban en médicos como yo.
–¿Se considera religioso?
–Sí. Yo creo en lo desconocido. El mundo no se entiende sin un espíritu universal, sin la religión. ¿Cómo se explica que los astros viajen siempre alrededor del sol, con una regularidad fantástica, sin una fuerza que lo ordene todo? Es imposible.
–Usted es un científico.
–Sí, pero la ciencia no lo explica todo. La ciencia entiende lo material, lo que se puede medir, pero no pasa de ahí. No explica qué es lo que anima a la materia. Nosotros, por ejemplo, estamos supeditados a un ritmo vital: pasamos de la infancia a la juventud, a la vejez, a la muerte… Todo está planificado, pero no sabemos por qué ni cómo. Eso que no explica la ciencia es la religión. Incluida la idea del infinito.
–¿Qué diría que es el infinito?
–Es imposible explicar las cosas sin el infinito. El infinito no se puede demostrar, pero tampoco se puede demostrar que no exista el infinito. No todo lo que no se puede demostrar significa que no existe.


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