jueves, 29 de julio de 2010

Generalmente lo más poderoso suele ser lo más simple

La prueba del verdadero amor
Sabiendo que el verdadero amor proviene de amarse a sí mismo primero, porque sólo quien se ama a sí mismo conoce el amor y sabe amar; sabiendo que el verdadero amor es aquel que es incondicional y que busca siempre dar sin pedir nada a cambio y que está enfocado en el bienestar de los demás, en lugar de tu bienestar personal, te pregunto lo siguiente (Esta, parece ser, una pregunta fácil):
Si dices que en realidad amas a tu pareja más que a tu propia vida y que por ese mismo amor, lo que más te interesa es su bienestar y su felicidad, ¿que harías si tu pareja encontrara el amor con otra persona?
¿Podrías seguir siendo feliz?
Si realmente la amaras, estarías tan feliz porque tu pareja encontró el verdadero amor y el gozo en esa otra relación y te sentirías muy gratificado por ella.

¿De que trata el verdadero amor?
¿De compartir tu felicidad y buscar la felicidad del otro?
La verdad es que la mayoría no estaría feliz. ¿Por qué?
Porque nuestro amor, es en realidad un amor con apego, un amor interesado, que siente que la otra persona es de su propiedad y por lo tanto es un amor que proviene del deseo y de la posesión del otro.
En realidad decimos: Te amo y voy a ser feliz, mientras seas mío o mía (y hagas lo que yo quiero que hagas para que me des felicidad).
Y así queridos amigos, podemos ver el origen de todos los problemas que tengamos con respecto al amor. Si te dices a ti mismo que es imposible sentir esta clase de amor o que es para santos; de inmediato te estás cerrando las puertas al verdadero amor. ¿Por qué será? Porque simplemente hay algo que estás obteniendo de ello (tal vez prefieres tener la razón, tal vez tienes algún asunto religioso que te tiene atado, tal vez tienes algún miedo y prefieres ignorarlo), tienes que evaluar tu vida y tienes que decidir hacia dónde quieres ir y hasta dónde quieres llegar en tu crecimiento espiritual. La mayoría de los problemas de pareja proviene de la falta de crecimiento de ambos o al menos de uno de los dos.
Una pareja feliz se logra cuando ambos están dispuestos a crecer y a amarse incondicionalmente.
Si es tu caso el de vivir una vida en pareja: ¿Cuánto tiempo dedican al año a crecer como pareja?
Si no vives en pareja pero tienes hijos ¿Cuánto tiempo dedicas al año a educarte como padre para tus hijos?
En consulta, la mayoría de las personas que acuden, comparten sus problemas derivados de esto precisamente. Estas personas tienen el común denominador del sufrimiento derivado de que sus familiares, cónyuge, hijos, hermanos, padres, etc. tienen que ser como ellos desean, tienen que cumplir sus expectativas, tener sus mismos valores, hacer o no hacer lo que ellos piensan que es lo correcto y sobre todo, sufren porque esperan recibir algo que la otra persona por lo general o no sabe dar o ni siquiera sabe que tiene que darlo. En fin...nuestras creencias del mundo son las que nos llevan a sufrir debido a que tenemos esa mente tan confundida y no aceptamos lo que es.
Te recomiendo que busques por todos los medios posibles, seguir creciendo como ser humano y seguir desarrollando tu espíritu, tus creencias y tu inteligencia emocional. Pero tienes que buscar ese crecimiento personal; puede ser muy valioso hacerlo en pareja pero si no te es posible, al menos debes de buscar seguir creciendo en el desapego y en el verdadero amor como individuo. En este momento, solo se te puede mostrar la puerta, pero eres tú quien tiene que atravesarla.
¿A qué esperas?

Reflexiones, que me ha enviado mi amigo: Hugo Reinoso desde México.