Me ayudaste a comprender la naturaleza humana. Vi que su fragilidad reside en la indecisión y la pre-ocupación… la humanidad está cargada de dolor por la pérdida de la inocencia y tú me ayudaste a sonreír otra vez.
Estar quieta durante demasiado tiempo hace que las piernas se hinchen y el cuerpo se sienta viejo y cansado… en tus cursos me animaste a balancearme a los ritmos de la naturaleza y la música, disfrutando de la belleza y la gracia de mi alma.
En lugar de concentrarme en mejorar las situaciones externas y las vidas de otras personas… exploré y encontré la misión, el territorio, la deidad interior. Tienes un don y un poder especial.
Soy capaz de enfrentarme directamente a los patrones negativos siendo libre para vivir, expresar y gobernar mis llamadas internas de forma ilimitada.
GRACIAS PEPE, POR DARME INFORMACIÓN, ÁNIMOS, MOTIVACIÓN Y TANTAS SONRISAS.
http://www.eldiadecordoba.es/article/cordoba/1428755/vamos/dejar/decir/lo/tenemos/hacer/y/hagamoslo.html#opi


Él era carpintero. Ese día particularmente él había estado en la Iglesia haciendo unos baúles de madera para la ropa y otros artículos que enviarían a un orfelinato a China. Cuando regresaba a su casa, metió la mano al bolsillo de su camisa para sacar sus lentes, pero no estaban ahí. Él estaba seguro de haberlos puesto ahí esa mañana, así fue se regresó a la Iglesia. Los buscó, pero no los encontró.
Cuando mis compañeros sacaron todo, encontraron unos lentes encima de una de las cajas". El misionero hizo una larga pausa, como permitiendo que todos digirieran sus palabras. Luego, aún maravillado, continuó: "Amigos, cuando me puse los lentes, eran como si los hubieran mandado hacer justo para mí!, ¡Quiero agradecerles por ser parte de esto!".


